LLEGO EL PARO………
Y SE FUE EL PARO…
Y nada va a cambiar en el plan económico que impone el Gobierno a los argentinos, el cual viene resultando bastante salvaje, desde los primeros días de la administración macrista. Ya lo dijimos en la nota anterior y lo confirmó el mismo Presidente. Pero el acierto de este blog, no es ni el producto de largas cavilaciones, ni de un golpe de suerte. Sólo el conocimiento de los bueyes conque se ara –como decían nuestras abuelas-, porque desde el primer momento en que Mauricio se erigió como candidato presidencial, ya se sabía cómo iba a funcionar el gobierno macrista. Dos más dos siempre sumaron cuatro. Pero para algo va a servir, es para que no se hagan los sorprendidos, si es que algún o algunos ciudadanos, deciden hacer uso del derecho constitucional de peticionar a las autoridades, para que en este caso, el Presidente sea destituido. Mucho cuidado, peticionar es un derecho constitucional, que está a años luz de distancia de ser una acción golpista.
Macri y sus funcionarios ningunearon la marcha de 400.000 almas del pasado mes de marzo, cuando las bases le pidieron a los dirigentes sindicales –“con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”, decía Eva Perón y mucho no faltó para lo segundo-, que le pusieran fecha a un paro general, el que dicho sea de paso, estaban muy renuentes de concretar. ¿Por qué no lo hacían? Algunos dicen que de puro buenos, le dieron un año de gracia al Gobierno antes de comenzar con los paros; otros, que temían de ver volar “carpetazos” con número de prontuario y todo. No faltaban quienes argumentaban que el Gobierno les había dado dinero a cambio del favor… Todo incomprobable, por más explicaciones que den los sindicalistas. También ningunearon las marchas de los maestros y cualquier otra manifestación en contra de sus intereses. Eso sí, resaltaron la masividad de la marcha a favor del Gobierno –primero organizada por dirigentes macristas, luego negado y por último rescatada-, reuniendo unas 20.000 almas –algunas bastante apologistas de los crímenes de lesa humanidad-, que “sin micros ni choripanes”, se juntaron en la Plaza de Mayo. Rara las matemáticas de algunos ingenieros, en donde 400.000 no son nada y 20.000 son multitudes.
Los choripanes, quién diría, pasaron a ser figuras estelares de la política nativa. También dijeron que además del “chori”, cada concurrente se llevó $500. Ahora, que mal la deben estar pasando ciertos sectores –los de siempre-, para que vayan a una movilización por un chori y media luca. Y hablando de concurrencias y ya del paro general, tuvo un muy alto acatamiento, tal vez no altísimo como dijeron los sindicalistas, ni sólo “importante”, como dijeron desde el oficialismo. Por supuesto que la adhesión de los medios de transporte fue preponderante, de eso no quedan dudas. También explicaba el oficialismo, que mucha gente adhirió al paro por presión, por obligación. De esto tampoco caben dudas. Pero lo que también es indiscutible, de que otros muchos trabajadores, se quedaron con las ganas de adherirse al paro y no lo hicieron, por presión de sus empleadores. Por las buenas: “me vas a hacer paro, si sabés que tenemos que vender todo lo que podamos para llegar a fin de mes.” Por las regulares: “si querés parar, pará. Pero te descuento el día”. O por las malas: “fijensé lo que hacen, el que no viene el jueves, que se quede en la casa el viernes esperando el telegrama de despido”. Ahh!, dicho sea de paso, la huelga es un derecho constitucional, siempre es bueno repetirlo. Cabe señalar como hecho lamentable, que en los cortes de autopistas y avenidas, hubo represión de las fuerzas de seguridad, con protocolo antipiquete festejado por algunos sectores de la sociedad.
Y la vida sigue, o como decía el maestro Sandro: “al final, la vida sigue igual”. El Presidente continúa hablando a quienes lo escuchan, como si fuera un… un… no quiero hacer comparaciones, porque no quisiera que ningún sector se sienta ofendido. Pero digamos que parece que le hablara a niños de jardín de infante -aunque las maestras jardineras saben que así no se le habla a los chicos-, pero errando las formas y el fondo, ya que suele ser despreciativo, como por ejemplo el tan comentado “caen en la escuela pública”, entre varias otras expresiones y recordando sólo alguna de las últimas. Si esas palabras salen de la boca del primer mandatario, no hay que sorprenderse que bajando por la cadena de mandos, la Vicepresidenta diga que era una ficción que la clase media pudiera tener celulares buenos comprados en cuotas, que Prat Gay calificara de grasa militante a los kirchneristas o que el presidente del Concejo Deliberante de Lanús, Marcelo Rivas Miera, les dijera “negros de mierda”. Lo mismo Baby Etchecopar en su programa “El Angel del mediodía”, con su “estos negros de mierda nos cagaron la vida”, entre otros epítetos no más sutiles. Hay gente que los apoya.
Es cruel de que a esta altura del Siglo XXI, se sigan confundiendo conceptos: Las necesidades de la gente van más allá de los partidos políticos, ¿Que se quiere decir con esto? Que decir que los huelguistas son kirchneristas y los que no lo son, macristas, es una pavada que ni merece la pena explicar. También que los sindicalistas que hacen huelga, están llenos de dinero; supongamos que los sindicalistas sean todos ladrones llenos de millones –por supuesto no es el caso, estamos suponiendo- las necesidades de los trabajadores no cambia por más o menos ceros que tengan “los gordos” en sus cuentas bancarias.
El país parado y el Presidente preocupado por la crisis venezolana, sin perder la oportunidad de decir que “Estuvimos a punto de transformarnos en Venezuela”. Mauricio querido, dejá de preocuparte por Venezuela y tratá de que tu gestión no nos lleve a asemejarnos al “querido país hermano”, como vos mismo dijiste. Con lo que está pasando, ya tenés bastante, aunque sigas diciendo que estamos mejorando, por algún índice bastante discutible, que entre tantos otros negativos, de positivo. Si el enfermo grave recupera un poquito de color en sus mejillas, no quiere decir que esté curado, es más, no deja de estar grave. Acordate de que al mandatario, al líder ó al dirigente importante, dicho en forma no textual por supuesto, se lo acompaña hasta la puerta del cementerio y no hasta la tumba. Difícil de que haya dirigentes que se quieran inmolar –en especial de los partidos amigos- y que se quede en tu barco si se hunde. Es hora de que comiences a gobernar a favor del pueblo, porque si ya lo estás haciendo, de verdad no se nota.